El ex pívot de los Lakers
 revela en su libro que tuvo "ganas de matar" a Bryant cuando éste salió
 por televisión en 2003 insultándole y rompiendo el pacto de no agresión
 pública que habían sellado.
 
 
 
  
 Dicen que la memoria acaba dulcificando los malos recuerdos, que los atempera para hacer más llevadero el futuro. En el caso de Shaquille O´Neal, ex pívot de los Lakers recién retirado, no ha sido así. En su autobiografía, que saldrá publicada el próximo 15 de noviembre, su enemistad con Kobe Bryant adquiere una dimensión nueva y preocupante. Para muestra, este pasaje de Shaq sin censura: mi historia que adelanta deadspin.com.
"Antes
 de empezar la temporada 2003/2004, Kobe estaba en el ojo del huracán 
porque podía acabar en la cárcel acusado de violación. Yo no había 
alcanzado un acuerdo con los Lakers
 para seguir en la plantilla. Había muy mal rollo. Poco antes de que 
comenzase la liga, el cuerpo técnico nos llamó al orden: ´No más peleas 
en público u os multaremos´. Phil Jackson estaba cansado del tema. Karl Malone y Gary Payton estaban hartos también", relata O´Neal.
"¿Qué ocurrió? Inmediatamente después de pactar no darnos leña en público, Kobe le concedió una entrevista a Jim Gray y
 soltó varias perlas: que si yo estaba gordo y fuera de forma, que si 
estaba exagerando una lesión en el dedo gordo del pie, que si no era tan
 grave como parecía... (Sí, eso es. Es la maldita lesión que ha 
terminado con mi carrera). También dijo que yo estaba presionando para 
conseguir una extensión de contrato cuando había dos Hall of Famers en 
el equipo jugando prácticamente gratis. Estaba pendiente del televisor y
 a punto de estallar. Horas antes le habíamos prometido a nuestro 
entrenador enterrar el hacha de guerra. Él rompió la tregua. ´Voy a 
matarle´, exclamé", prosigue mítico 34 de la franquicia californiana.
Bronca con Pat Riley en Miami
Los caminos de Kobe y Shaq
 se bifurcaron en 2004 y nunca más volvieron a convergir, excepción 
hecha del All Star de 2009 en que compartieron MVP. Aún así, la tensión 
hacía irrespirable el ambiente. O´Neal recaló en los Heat de Miami, 
donde estuvo enrolado hasta 2008 y conquistó el campeonato de 2006, el 
único hasta la fecha en la historia de la franquicia.
"Mi salida de Miami se produjo a mediados de febrero de 2008. Había mucha tensión entre Pat Riley y los jugadores. Un entrenamiento acababa de arrancar y Jason Williams apareció
 como unos 10 segundos tarde. Pat le gritó y le increpó: ´¡Largo de 
aquí!´. Le dije a Pat que éramos un equipo y que debíamos permanecer 
unidos y de repente volcó sus iras contra mí y me dijo que, si no me 
gustaba lo que había hecho, que me fuera cagando leches de allí", revela
 Shaq.
"¿Por qué la tomas conmigo?, le pregunté mientras daba un par de pasos hacia el entrenador. Udonis Haslem avanzó y le aparté de mi camino. Después Zo [Alonzo Mourning]
 intentó sujetarme. Estaba cara a cara con Riley, mi mandíbula pegada a 
la suya. Me chilló: ´¡Que te jodan! Yo le contesté: ¡No, que te jodan a 
ti!", asegura.
"Zo
 trató de apaciguar los ánimos. Había un resto de pánico en su voz. 
Continuó diciéndome: ´Grandullón, no grandullón´. Finalmente, me di la 
vuelta: ´No te preocupes, no le voy a pegar. ¿Crees que estoy loco?", 
concluye.
Halle Berry y la vida tras la retirada
No
 todos los episodios reflejados en la autobiografía de Shaquille O´Neal 
tienen la carga de tensión de los anteriormente descritos. El ex pívot 
cuenta cómo, viendo la película Fiebre salvaje (1991), se quedó prendado
 de los encantos de Halle Berry.
"Estaba
 con mis compañeros de equipo de la Universidad y decidí escribirle una 
carta diciéndole que era un gran fan suyo y que me gustaría conocerla. 
Los chicos se reían de mí, pero me dio igual. Unas semanas después, juro
 que no miento, ella me escribió desvelándome que le encantaba el 
baloncesto. Me envió una foto firmada que todavía conservo. ´Estoy deseando verte en la NBA´, me puso".
Alejado de las pistas, la vida de Shaquille discurre ahora tranquila. Según el ex jugador, Adam Sandler le
 ha llamado para que salga en alguna de sus películas. Confiemos en que 
el aburrimiento no apague la llama del carismático guerrero. Quizá sus 
ansias de convertirse en Sheriff le mantengan entretenido.
Fuente: Diario Marca

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