SAN PEDRO DE MACORIS.- Pablo Ozuna se reportó a los entrenamientos de las Estrellas Orientales con la intención de demostrar que su carrera como jugador profesional aún no ha terminado y que por el contrario, todavía puede ayudar a ese equipo, en el torneo que comenzará el 14 del mes actual.
Ozuna se presentó a las prácticas de las Estrellas por primera vez
el lunes pasado, en el primer día de entrenamientos de escuadra
completa, y desde entonces ha estado trabajando afanosamente para
ponerse en óptimas condiciones de juego.
“Este año rechacé ofertas para ir a jugar a México y de algunas
organizaciones de Estados Unidos para ir a jugar a las Ligas Menores,
porque tenía que resolver aquí algunos asuntos familiares”, manifestó
Ozuna, por medio a un despacho de prensa de las Estrellas.
“Me mantuve entrenando en Boca Chica y me siento bien físicamente”, aseguró el veterano jugador, quien afirmó que “todavía aportar para que el equipo de las Estrellas sea campeón”.
El jugador de 36 años dijo que sigue disfrutando del juego de
béisbol y su principal aspiración es ver al equipo de las Estrellas
coronarse campeón.
Elogia jóvenes
Ozuna elogió el talento joven con el cual cuentan las Estrellas, al
cual calificó de excelente material. Puso como ejemplo a jugadores como
el antesalista Luis Jiménez, el torpedero Junior Lake y el jardinero
Denis Phipps.
Se mostró de acuerdo con que a los jugadores jóvenes se les de la
oportunidad de jugar, pero recordó que la Liga Dominicana no es una de
desarrollo, por lo tanto dijo que si esos prospectos “no resuelven, hay
que darles la oportunidad que lo hagan los veteranos”.
“Lo que el equipo y sus fanáticos necesitan es ganar un campeonato”, observó.
Ozuna, hasta hace poco uno de los principales jugadores del club,
para el cual ganó un título de bateo en la Liga Dominicana, ha visto
descender su rendimiento y su rol como jugador estelar en las últimas
dos temporadas con las Estrellas.
En la campaña 2008-2009, Ozuna lideró a todos los bateadores del
cirucito, con promedio de bateo de .290. Pero su promedio de bateo
descendió a .270 en la temporada siguiente, cuando remolcó 19 carreras
por 20 de la campaña anterior a esa.
El invierno pasado, cuando vio disminuir su participación en los
juegos de las Estrellas, su promedio de bateo fue de .270, con un
cuadrangular y 10 carreras empujadas.
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