Hace muchos años que la competición colegial no se presentaba tan atractiva, a priori, como la que nos aguarda. Gracias al lockout de la NBA varias estrellas universitarias decidieron el pasado junio esperar un año más en el campus a expensas de quedarse en el “paro”, a ellos se suman una talentosa generación de freshman llegados del instituto que vienen pisando fuerte reclamando protagonismo.
Un nuevo año más de 300 universidades agrupadas en 33 conferencias lucharán por la gloria en el baloncesto amateur norteamericano. El vertiginoso, dinámico y explosivo baloncesto colegial dio el pistoletazo de salida el pasado sábado 15 de octubre con la mediática “midnight madness”, la noche en donde los equipos se presentan ante su afición y que supone el inicio de los entrenamientos oficiales. Son todos los que son y están todos aquellos que deben estar. La temporada colegial se presenta más excitante que nunca, con las grandes universidades copando los puestos altos en los rankings y futuras estrellas de la NBA atrayendo los focos en el campus. No se echará de menos a nadie. Muchos jugadores que pudieron entrar en la primera ronda del pasado Draft de la NBA decidieron regresar a la escuela. Liderando esa lista está el gran favorito para jugador del año: el talentoso alero de North Carolina Harrison Barnes. El pívot de Ohio State Jarred Sullinger y el alero alto de Baylor Perry Jones le acompañan en el podio de jugadores que pudieron haber salido muy altos en el Draft del pasado mes de junio.