"Vamos a tener que recalcular cuán malo es el daño (...) La próxima oferta de la NBA reflejará las extraordinarias pérdidas que están empezando a acumularse", declaró Stern a periodistas poco después de que las negociaciones colapsaran el viernes.
"Ambas partes están muy dañadas. La cantidad de dólares perdida por los dueños es extraordinaria. Y la cantidad de dólares perdida por los jugadores por contratos individuales también es extraordinaria", agregó.
Después de haber cancelado toda la pretemporada y los dos primeros encuentros de la temporada regular -cuya fecha de inicio era el 1 de noviembre-, Stern postergó otras dos semanas del calendario el viernes, día en que se expandieron diferencias entre propietarios y jugadores.
Ambas partes advirtieron las devastadoras consecuencias que una temporada perdida tendría sobre la liga, aunque algunos ya están sintiendo el temblor, entre ellos los acomodadores de estadios, personal de seguridad, vendedores y otros cuyos ingresos están vinculados al comienzo de la NBA.
"Compartimos la frustración de nuestros seguidores, socios y todos aquellos que dependen de nuestro deporte para su sustento", dijo el vice comisionado de la NBA, Adam Silver.
"Seguimos comprometidos a lograr un acuerdo que sea justo para equipos y jugadores y que permita el crecimiento a largo plazo de nuestro deporte", añadió.
Con negociaciones no programadas, los jugadores se han visto obligados a buscar la manera de capear la tormenta.
Algunos jugadores extranjeros retornaron a sus ligas domésticas, mientras que ciertos grandes nombres de la NBA, como la estrella de Los Angeles Lakers, Kobe Bryant, también estarían analizando la posibilidad de jugar fuera del país.
JUGAR EN EL EXTRANJERO
El alemán Dirk Nowitzki, elegido Jugador Más Valioso de la final de la NBA al consagrarse campeón con Dallas Mavericks la temporada pasada, dijo recientemente que consideraría jugar en el extranjero si el cierre patronal continúa.
Durante la disputa laboral que impidió el desarrollo de toda la temporada 2004/05 de la liga estadounidense de hockey sobre hielo (NHL), 350 miembros de la asociación de jugadores encontraron trabajo en diferentes campeonatos europeos.
Muchos de ellos, como los suecos Daniel Alfredsson y Henrik Zetterberg volvieron a su país, en tanto otros como los canadienses Rick Nash y Joe Thornton encontraron refugio en Suiza.
También hubo reportes sobre planes para una gira mundial de los jugadores impedidos de jugar por el cierre patronal.
Un histórico de la NHL como Wayne Gretzky encabezó un equipo durante el conflicto laboral de la liga en 1994, mientras el combinado de Estrellas Mundiales viajó por Europa durante el cierre patronal del 2004/05.
Algunas de las figuras de la NBA, entre ellas Bryant, LeBron James, Dwyane Wade y Derrick Rose, podrían planear algo similar, mientras se analiza una gira en noviembre con paradas en Puerto Rico, Londres, Macao y Australia.
Jugadores y propietarios siguen muy divididos sobre uno de los principales asuntos: la división de los ingresos relacionados al baloncesto.
Los dueños de la NBA perdieron 300 millones de dólares la temporada pasada, con 22 de los 30 equipos en números rojos, e inicialmente demandaron a los jugadores que aminoren su ingreso del 57 al 47 por ciento del convenio colectivo previo y que firmen un tope salarial y una reducción de sus contratos.
Los jugadores ofrecieron reducir su porcentaje del 57 al 53 y bajaron a 52,5 la semana pasada, pero no fue suficiente para los propietarios, quienes propusieron formalmente un reparto de 50 y 50.
Al final, ninguna de las partes se mostró dispuesta a modificar su posición.
"Hicimos una oferta y esa fue nuestra oferta, y porque era de menos del 52 por ciento, (el director ejecutivo del sindicato de jugadores) Billy Hunter dijo que es así y lo dejó", señaló Stern.
Al igual que en la NFL, la disputa laboral de la NBA esencialmente se reduce a una batalla entre jugadores millonarios y dueños millonarios, y ninguna de las partes cuenta con el apoyo de los aficionados.
Con Estados Unidos todavía luchando por salir de la recesión y millones de ciudadanos buscando trabajo, hay poca solidaridad para con los jugadores de la NBA que exigen un promedio salarial de más de 5 millones de dólares por temporada.
Aunque la liga y los jugadores seguramente afrontarán una mala reacción en su país, algunos expertos sienten que el cierre patronal podría ayudar a acrecentar el interés por la NBA fuera de Estados Unidos.
"El cierre patronal podría ser una extraña y pervertida fuente de ayuda para esta liga en su continuo esfuerzo de ser la mejor marca deportiva global estadounidense", dijo a Reuters Paul Swangard, director administrativo del Centro de Mercadeo Deportivo de Varsovia, en la Universidad de Oregon.
"Están todos estos jugadores en China, un Kobe potencialmente jugando en Italia, planes para giras arrasadoras, todas las compañías de productos están haciendo palanca a estos activos en mercados emergentes", agregó.
(Editado en español por Damián Pérez)
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