Los jugadores aceptaron no portar paquetes ni latas de tabaco en sus bolsillos cuando haya espectadores en el graderío. Tampoco podrán consumir tabaco durante entrevistas antes o después del juego ni en actos públicos organizados por su club.
Pero las restricciones no alcanzaron la severidad solicitada por algunos grupos antitabaco y varios miembros del Congreso, quienes consideraban necesario prohibir que se masticara tabaco durante los juegos, para evitar que los niños vieran esas imágenes en la televisión.
"Nuestros miembros entienden que éste es un producto peligroso; hay graves riesgos asociados a su consumo", dijo a The Associated Press el líder del sindicato de jugador Michael Weiner. "Nuestros jugadores creen firmemente que estas medidas son apropiadas, pero que prohibir el consumo en el parque no resultaba adecuado bajo las circunstancias actuales".
Además, el sindicato de peloteros accedió a unir fuerzas con el grupo antidrogas Partnership at DrugFree.org, que combate las adicciones entre los jóvenes, y con la oficina del comisionado de la mayores para lanzar una campaña de anuncios de concientización en los medios de comunicación.
Varios peloteros aceptaron participar en actos públicos con este fin, incluidos Curtis Granderson, Jeremy Guthrie y C.J. Wilson.
El sindicato abrirá también un centro y distintos programas de apoyo para sus jugadores, con el objetivo de ayudarlos a dejar el hábito de consumir tabaco.
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