El
baloncesto domininicano ha iniciado su “revolución” de manera
invertida. Ha comenzado de “arriba hacia abajo” por lo que tendrá que
recibir, en algún momeno, un “vuelco” que le dé las bases que necesita
para su “desarrollo”.
La Liga Nacional de Baloncesto (LNB) ha afincado a nivel de espectáculo y máxima calidad al baloncesto nacional.
Con sus altas y bajas, más las
pérdidas de los equipos por el afán de ganar, colocando ese objetivo por
encima del “negocio”, la LNB -continuación de Lidoba- llena con el
cometido de una liga de importantes ribetes.
Sin embargo, la LNB debe representar
la culminación de todo un proceso que comience desde las categorías
menores, poco a poco y mientras el jugador va avanzando en edad y
destreza.
La realidad social y económica
del país es diferente a la de décadas pasadas cuando muchos hombres se
entregaban en cuerpo y alma a la enseñanza del baloncesto junto a los
niños y jóvenes.
La Federación Dominicana de
Baloncesto (Fedombal) se ha quejado varias veces de la forma
“burocrática” como se manejan las designaciones de los famosos
“monitores” en todo el territorio nacional.
El minibasket
Con la designación en Fibaaméricas de Rafael Uribe, el minibasket ha tenido un repunte en los últimos meses.
Pero los esfuerzos no son
suficientes cuando se tiene una estructura que carece de los recursos
económicos y en ocasiones humanos.
Es mucho pedir a un entrenador que a cambio de un sueldo poco atractivo, dedique gran parte de su tiempo a la formación.
En un mundo ideal, estos
técnicos deberían contar con todas las garantías para poder trabajar,
adquirir nuevos conocimientos y transmitirlos a sus alumnos.
Pero esa no es la realidad. Y por lo tanto hay que buscar la forma de maximizar los escasos recursos con los que se cuenta.
La Fedombal y sus asociaciones podrían tener en sus manos la respuesta.
Un “impuesto de lujo” a todo el
que se beneficie del torneo superior de las principales provincias
podría contribuir a la creación de un fondo para destinarlo al fomento
de las categorías menores.
La realización de un torneo municipal, clasificatoria para un provincial que a la vez llevaría a un torneo nacional.
Esto en cada categoría por debajo de la superior. Se podría incluir un par, como sub-20 y sub-25, en lugar del presuperior.
Los fondos obtenidos de los
torneos superiores serían el soporte económico. La Fedombal y las
asociaciones serían las responsables de la logística y la organización.
Fuente: Alex Rodríguez - Columna Triple Team [Listin Diario]
Publicado por: www.basketdominicano.com
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