Cervantes, de 66 años y uno de los deportistas colombianos más destacados, se dedicaba a promover tres libros sobre su accidentada vida, marcada por el consumo de alcohol y drogas, luego de gastar la fortuna que amasó en su mejor momento.
"Papá está mal en casa de una hermana de él en Turbaco (departamento de Bolívar)", reveló José Luis Cervantes el lunes al matutino El Tiempo de Bogotá.
Cervantes pasó largos períodos de desintoxicación en centros especializados de Colombia y Cuba.
"Necesitamos asistencia para llevarlo a un centro especializado", indicó José Luis, quien mantuvo en secreto durante un tiempo la enfermedad de su padre.
Cervantes fue atendido el lunes por especialistas en una clínica de Cartagena, en el Caribe colombiano, y ademas del mal de Parkinson le diagnosticaron reducción de la masa cerebral, dificultades para caminar, alimentarse y comunicarse, según informó la televisora Caracol.
El campeón welter junior de la Asociación Mundial de Boxeo entre 1972-75 y 1978-1980, comenzó a consumir narcóticos en 1980, antes de perder con Aaron Pryor la corona por segunda ocasión, según reveló en junio.
Cervantes goza de una pensión del Instituto Colombiano de Deportes y obtenía algo de dinero adicional con la venta de sus libros.
Su época de gloria comenzó cuando en 1972 derrotó al panameño Alfonso Frazer y se apoderó de la corona. La defendió en 10 ocasiones durante tres años.
Cervantes ganó 18 de los 21 combates de campeonato que sostuvo.
Antes de que sufriera esta complicación de salud, Cervantes había dicho en una entrevista: "Me duelen los huesos, las piernas, todo el cuerpo".
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