MELBOURNE, Australia (AP) — Maria Sharapova no dejará de dar sus gritos cuando juega por la queja de una rival.
La polaca Agnieszka Radwanska criticó a Sharapova por los alaridos que hace la rusa cuando golpea la pelota, al afirmar que "molestan" y son "muy ruidosos". Radwanska se quejó tras perder ante la bielorrusa Victoria Azarenka en los cuartos de final del Abierto de Australia.
A Sharapova no le gustó escuchar esa crítica.
Cuando se le mencionaron tras vencer a su compatriota Ekaterina Makarova el miércoles para avanzar a las semifinales, la cuarta preclasifica respondió de manera cáustica: "¿Es que no se había regresado a Polonia?".
Sharapova indicó que no planea modificar su forma de jugar.
"He sido la misma durante mi carrera. Nadie que sea importante me ha dicho que cambie o que sea diferente. Lo he dicho varias veces antes. Seguramente tendré que hacerlo muchas veces más en el futuro. Estoy tranquila así".
La WTA informó esta semana que analiza la forma de impedir que las jugadoras del circuito femenino bajen los decibeles al jugar, al resaltar que "algunos aficionados se irritan".
Sharapova no es la única en este renglón. Azarenka es otra que grita fuerte y los aficionados en Melbourne han empezado a imitar el ruido que hace druante sus partidos.
La polaca Agnieszka Radwanska criticó a Sharapova por los alaridos que hace la rusa cuando golpea la pelota, al afirmar que "molestan" y son "muy ruidosos". Radwanska se quejó tras perder ante la bielorrusa Victoria Azarenka en los cuartos de final del Abierto de Australia.
A Sharapova no le gustó escuchar esa crítica.
Cuando se le mencionaron tras vencer a su compatriota Ekaterina Makarova el miércoles para avanzar a las semifinales, la cuarta preclasifica respondió de manera cáustica: "¿Es que no se había regresado a Polonia?".
Sharapova indicó que no planea modificar su forma de jugar.
"He sido la misma durante mi carrera. Nadie que sea importante me ha dicho que cambie o que sea diferente. Lo he dicho varias veces antes. Seguramente tendré que hacerlo muchas veces más en el futuro. Estoy tranquila así".
La WTA informó esta semana que analiza la forma de impedir que las jugadoras del circuito femenino bajen los decibeles al jugar, al resaltar que "algunos aficionados se irritan".
Sharapova no es la única en este renglón. Azarenka es otra que grita fuerte y los aficionados en Melbourne han empezado a imitar el ruido que hace druante sus partidos.
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