BALONCESTO SUPERIOL DE LA VEGA # 18

[LAS PAGINAS http://barberitoenlosdeporte.blogspot.com/ ]/Hawks 106 Y Nets 70 POR Atlanta: V. Radmanovic 17 PTS, 3 Reb., 5 AST, 4 ROB, Celtics 107 Y Heat 115 POR Miami: L. James 26 PTS, 6 Reb., 5 AST, 2 ROB, 1 BLOQ,Timberwolves 95 Y Bucks 98 POR Minnesota: K. Love 31 PTS, 20 Reb., 2 AST../WWW.LOSPOTROSDELGUG.NET [GREGORIO URBANO GIRBET]

lunes, 5 de diciembre de 2011

ORIGEN DEL BALONCESTO EN REPUBLICA DOMINICANA:






















Aunque la llegada del baloncesto a la República Dominicana se le atribuye erróneamente a los marines estadounidenses que intervinieron al país en 1916, lo cierto es que el doctor Salvador Cocco Pastoriza fue la primera figura nacional que practicó el baloncesto organizado y quien lo introdujo al país.

Nacido en 1892 (poco después de que James Naismith inventara el juego) el joven Cocco Pastoriza fue a estudiar a los Estados Unidos. Ya bachiller, se enroló en la Universidad de Maryland. Allí, fue parte del equipo "varsity" y hasta llegó a ser capitán del conjunto.


Cada vez que Salvador regresaba al país en período de vacaciones venía con sus útiles propios de jugar baloncesto. Entre estos, un aro no perforado que le sirvió para entrenar en el país.

Desde 1911 Cocco Pastoriza comenzó a enseñarle el juego a sus amigos puertoplateños y a algunos santiagueros a quienes visitaba de vez en cuando.

Hay una versión del historiador petromacorisano Miguel Adolfo Piris Mendoza en la que señala que el primer juego de baloncesto se celebró en San Pedro de Macorís en 1914 y que en ese histórico encuentro actuaron jóvenes que procedían de colegios estadounidenses, de Puerto Rico y otros lugares, lo cual no se duda porque esa localidad era una de gran potencial en la economía y movimiento marítimo, como veremos más adelante. No obstante insistimos que entendemos mucho más verídica la versión de Cocco Pastoriza porque nos aporta datos, documentos y situaciones que entendemos reales.

Al término de sus estudios, en diciembre de 1914 y con apenas 22 años de edad, Salvador Cocco Pastoriza regresó a su nativa Puerto Plata trayendo consigo dos aros (ya perforados para entonces), dos balones, su uniforme y grandes deseos de seguir mostrando a sus amigos este deporte, el que para entonces ya estaba propagado en casi todas las universidades estadounidenses y en varios países.

Como la provincia de Santiago era más propicia para él ejercer su profesión de odontólogo, Salvador se instaló allí casi desde que regresó al país y de inmediato comenzó a darle entrenamientos a los jóvenes del Centro de Recreo de la hoy conocida Ciudad Corazón.

En varias conversaciones y entrevistas que concedió al redactor de esta obra, el apreciable Don Tuto -como le decían sus más allegados a Cocco Pastoriza- siempre tuvo coherencia con sus planteamientos de que él fue la primera persona nacida en este país que jugó al baloncesto y el pionero de la especialidad en suelo patrio. Al mismo tiempo, acompañó sus palabras con algunos escritos de periódicos locales de la época.

Una de esas entrevistas fue difundida por primera vez en 1987, en el bloque televisivo "Antena Deportiva" que se transmitía en Radiotelevisión Dominicana, cuando el protagonista tenía 94 años de edad y se expresaba con una lucidez extraordinaria (increíblemente, con esa edad, todavía Cocco Pastoriza era asesor de una compañía de capital extranjero).

Como parte de la documentación que él mostró para que se verificaran su edad y sus actividades deportivas, este hombre intrépido enseñó una fotocopia de su acta de nacimiento (firmada y fechada en 1892 por el entonces oficial civil de Puerto Plata, Dassa Heureaux, el padre del dictador Ulises Heureaux) y algunos recortes de 1915, previo al primer encuentro oficial de basketbol que se conoció públicamente en la República Dominicana.

Uno de esos recortes, del Diario de Santiago, fechado el jueves 27 de mayo de 1915, anunciaba la actividad organizada por Cocco Pastoriza y un grupo de sus amigos: "En el Centro de Recreo, de pláceme estará el sábado próximo nuestra elegante juventud, pues además del rumboso baile que se celebrará en sus salones, dedicado por un grupo de sus socios a los iniciadores del interesante y deleitoso juego de basket ball, se hacen grandes preparativos en el salón de gimnasia para que esa misma noche tenga lugar el match que ha de iniciar la serie de la que se discutirá el campeonato en juego. El entusiasmo que reina en los círculos es indiscutible, Felicitamos al Centro y la comisión organizadora. Le aseguramos un triunfo rotundo".

Los equipos organizados recibieron los nombres de Azules y Colorados, integrados por parte de lo más granado de la juventud nativa y residente en Santiago de los Caballeros.

La sociedad le dio seguimiento al evento deportivo. Se trató este ensayo del primer campeonato organizado en la República Dominicana.

Llegó el gran día del encuentro histórico -según narró Don Tuto- y la juventud santiaguense, motivada por la novedad del juego, por el baile de ese día, y porque la prensa le había dado gran importancia, abarrotó el salón de gimnasia del Centro de Recreo para ver el partido que había sido fijado para las ocho de la noche.

El equipo de los Azules fue conformado por Porfirio Perelló y Juan Batlle, defensas; los delanteros Homero García y Andrés -Chito- Brugal (capitán, además), y el centro Teodoro Gómez.

Por los Colorados, el quinteto abridor estuvo conformado por los defensas John Moore, Andrés Pastoriza (capitán); el centro Federico Valverde, y los delanteros Nicolás Vega y Miguel Vega.

Como madrinas estuvieron las jóvenes Gracita Vega, Ana Batlle, María Batista, Luz Alfau y Enriqueta Franco, mientras que los jugadores sustitutos, entre otros, fueron: José Brugal, Salvador Pastoriza, Mario Morera, Augusto Batlle, Luis Gómez y Jaime Viñas.

El encuentro fue dominado por los Azules, con un marcador cerrado y de muy baja anotación.

Cocco Pastoriza fungió de instructor de los dos equipos y, como era lógico, actuó de árbitro ya que no podía tomar parte como jugador debido a que era una persona demasiado ducha para enfrentar a los novatos que él mismo había instruido.

Después de cierto tiempo, algunos de esos jugadores dominicanos se enfrentaron de manera esporádica -y en citas recreativas de uno contra uno, dos para dos y tres contra tres, sin mayores reglamentaciones que la intuición de los actuantes- a los soldados estadounidenses que tenían servicio en la ciudad de Santiago, como parte de la ocupación militar a la que estaba sometida la República Dominicana desde 1916.

Es quizás por estos intercambios que se cree que este juego fue traído de las manos de los marines. Incluso, hay quienes sostienen -más por sospechas que por datos reales- que este deporte se jugó en el país a partir de 1907, cuando las finanzas dominicanas fueron intervenidas por los estadounidenses, al tiempo que otros afirman que en San Pedro de Macorís, por su condición de Distrito Marítimo, fue donde se observó el juego por primera vez entre tripulantes de algunas naves que pasaron por la Sultana del Este.

Pero las investigaciones realizadas para la elaboración de esta obra no arrojaron documentaciones que avalen esa versión. Explicamos: en 1852 la ciudad de San Pedro de Macorís integró junto a San José de los Llanos el Distrito Marítimo y fue precisamente en 1907 elevada a categoría de provincia.

Originalmente San Pedro fue un embarcadero de plátanos y una aldea de pescadores que fue llamada Mosquitisol y si bien era un punto económico importante para el país desde antes de ser elevada a la categoría de provincia, no se tienen versiones creíbles ni documentación que avale la teoría de que allí alguien jugara baloncesto antes de 1914. Es más socorrida la versión de que en Macorís lo que ya se jugaba en esa época era el béisbol, un deporte que llegó allí mucho antes, a finales del siglo XIX.

La narración de Piris Mendoza nos permite conocer que en San Pedro se jugó, posiblemente, antes de 1914. Pero lo de Cocco Pastoriza fue en 1911, cuando venía de vacaciones, y fue su relato tan verídico que dijo que si bien se practicó de manera esporádica en esos años, no fue hasta después que él se radicó en la Hidalga de los 30 Caballeros cuando se jugó el primer partido oficial (1915, como señalamos arriba).

Lo de los marines norteamericanos del 16, entonces, se cae por completo. Tanto Piris Mendoza como Cocco Pastoriza nos hablan de que aquí se jugó antes de la invasión de 1916.

Pero para ser justos, si los marines norteamericanos no fueron los pioneros en traer el juego de basketbol por lo menos contribuyeron a mejorar la todavía escasa técnica de aquellos entusiastas criollos que se atrevieron a intercambiar con ellos y jugar partidos amistosos durante la ocupación iniciada en 1916.

Una selección del grupo que organizó Don Salvador se enfrentó en 1917 a un equipo de los marines norteamericanos, en una cancha -cuyo piso era de tierra, por supuesto, y marcada con cal blanca- que se había erigido en el barrio de Los Pepines, uno de los más populares sectores de Santiago. Cocco Pastoriza no dijo cual fue el resultado del aquel partido pero sí que los dominicanos jugaron muy bien ante los extranjeros.

Don Salvador tuvo la oportunidad de jugar baloncesto cuando todavía los aros eran de metal y no estaban perforados, así como también después que se construyeron los aros modernos, los perforados (a partir de 1914).

Cocco Pastoriza fue presidente del Ayuntamiento de Santiago, ciudad en la que vivió desde 1914 hasta inicios de la década del 50. Era músico que tocaba la flauta con gracia y fluidez. Según sus propias palabras, él contribuyó a traer al país al joven extranjero Gustavo Behal, quien vino para fortalecer los programas de educación física en la región del Cibao.

Además, Don Tuto defendía con vehemencia que, durante su gestión como funcionario del cabildo santiagués, fue él quien descubrió el talento artístico de Eduardo Brito, aquel gran cantante lírico dominicano que recorrió Europa con su hermosa voz y cuyo nombre real era Eleuterio Aragonés (nacido en enero de 1905).

Don Salvador Cocco Pastoriza, el pionero del deporte del aro y el balón en la República Dominicana, vivió por más de 103 años y se recuerda que estuvo atento al Centenario del Baloncesto, un aniversario celebrado en 1991 en todo el mundo con los auspicios de la FIBA. Oficialmente nunca le fueron reconocidos sus méritos como propulsor, aunque sí hubo quienes se interesaron por rendirle un gran homenaje antes de su muerte. Pero dicho reconocimiento, merecido por demás, lamentablemente no llegó a materializarse cuando todavía él estaba vivo y lúcido.

( Fragmento adaptado del libro "Los Doce Magníficos" de José Oscar Fernández )

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