El jugador del Heat de Miami, LeBron James, participa en una conferencia de prensa …
NUEVA
YORK (AP) — A un mes del inicio de la temporada, los dueños de equipos y
los jugadores de la NBA no parece mucho más cerca de alcanzar un
acuerdo laboral de lo que estuvieron cuando comenzó el cierre patronal.
Están tan distanciados en lo que respecta al dinero que decidieron dejarlo a un lado el sábado y se concentraron principalmente en el tope salarial.
Tampoco lograron resolver ese punto.
"Yo no diría que haya habido algún progreso. Lo que pasó fue que ellos plantearon algunos conceptos, nosotros planteamos unos conceptos, y todavía estamos muy distanciados", dijo el director ejecutivo del sindicato Billy Hunter. "Hay un enorme puente, brecha, que no sé si vamos a ser capaces de cerrar o no".
Las partes tendrán otra reunión el lunes, el día en que debían comenzar los entrenamientos de pretemporada, aunque el tiempo se está agotando para salvar el comienzo de la temporada regular, el 1 de noviembre. Ninguna parte parece optimista.
En una sesión de siete horas de negociación, la más larga desde que empezó el cierre patronal el 1 de julio, las partes hablaron sobre uno de los dos principales temas que los dividen. Los dueños quieren un límite rígido en el tope salarial o al menos una serie de cambios al sistema actual, el cual los jugadores quieren dejar prácticamente intacto.
Las partes ni siquiera intentaron negociar la segmentación de ingresos, el otro gran obstáculo para llegar a un acuerdo que ponga punto final al cierre patronal.
El comisionado David Stern dijo que no tiene nada que anunciar en términos de cancelaciones. Sin embargo, el resto del itinerario de pretemporada está en riesgo —algunos partidos ya se han cancelado. Los partidos de temporada regular podrían estar en peligro también.
"Nuestro deseo es no cancelar, y teníamos la esperanza de que este fin de semana hubiera sido un mayor indicador, pero por razones que entendemos, los jugadores sugirieron que reanudáramos el lunes, y dijimos 'bien''', explicó Stern.
El comisionado sí señaló cierto nivel de progreso al decir: "No estamos cerca de nada, pero de cualquier manera, estamos más cerca que antes".
Ambas partes se reunirán en pequeños grupos, y luego se juntarán los grupos completos de vuelta para otra reunión el martes.
Están tan distanciados en lo que respecta al dinero que decidieron dejarlo a un lado el sábado y se concentraron principalmente en el tope salarial.
Tampoco lograron resolver ese punto.
"Yo no diría que haya habido algún progreso. Lo que pasó fue que ellos plantearon algunos conceptos, nosotros planteamos unos conceptos, y todavía estamos muy distanciados", dijo el director ejecutivo del sindicato Billy Hunter. "Hay un enorme puente, brecha, que no sé si vamos a ser capaces de cerrar o no".
Las partes tendrán otra reunión el lunes, el día en que debían comenzar los entrenamientos de pretemporada, aunque el tiempo se está agotando para salvar el comienzo de la temporada regular, el 1 de noviembre. Ninguna parte parece optimista.
En una sesión de siete horas de negociación, la más larga desde que empezó el cierre patronal el 1 de julio, las partes hablaron sobre uno de los dos principales temas que los dividen. Los dueños quieren un límite rígido en el tope salarial o al menos una serie de cambios al sistema actual, el cual los jugadores quieren dejar prácticamente intacto.
Las partes ni siquiera intentaron negociar la segmentación de ingresos, el otro gran obstáculo para llegar a un acuerdo que ponga punto final al cierre patronal.
El comisionado David Stern dijo que no tiene nada que anunciar en términos de cancelaciones. Sin embargo, el resto del itinerario de pretemporada está en riesgo —algunos partidos ya se han cancelado. Los partidos de temporada regular podrían estar en peligro también.
"Nuestro deseo es no cancelar, y teníamos la esperanza de que este fin de semana hubiera sido un mayor indicador, pero por razones que entendemos, los jugadores sugirieron que reanudáramos el lunes, y dijimos 'bien''', explicó Stern.
El comisionado sí señaló cierto nivel de progreso al decir: "No estamos cerca de nada, pero de cualquier manera, estamos más cerca que antes".
Ambas partes se reunirán en pequeños grupos, y luego se juntarán los grupos completos de vuelta para otra reunión el martes.
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