Por Jorge Sierra
Especial para ESPNdeportes.com
MADRID
-- Entre finales del siglo pasado y comienzos del actual, se produjo en
la NBA un desembarco de jugadores internacionales que rápidamente
obtuvieron un rol estelar en la competición. No había ocurrido nada
semejante en la liga hasta entonces - aunque ya a principios de los 90
Drazen Petrovic se había convertido en la primera gran figura NBA de
crianza genuinamente extranjera. Desde 1998 y hasta 2002 debutaron en la
liga Dirk Nowitzki, Predrag Stojakovic, Pau Gasol, Tony Parker, Andrei Kirilenko, Yao Ming y Manu Ginóbili.
Todos ellos han sido indiscutiblemente estrellas. Lo demuestra la suma
de sus participaciones en el All-Star Game: 30 en total hasta ahora. Y
seguirá creciendo.
Probablemente seguirá creciendo también la presencia extranjera en las plantillas de los equipos. La pasada temporada comenzó con un record de 84 jugadores foráneos. Este año se prevé una cifra similar. Pero hay una pregunta en el aire: ¿Dónde están las nuevas estrellas internacionales?
De los jugadores llegados después de 2002, ni uno solo criado baloncestísticamente fuera de Estados Unidos ha participado en el partido de las estrellas. La cuota de cerca de 20 por ciento de extranjeros no parece amenazada, pero ¿hay relevo para figuras como Nowitzki, Gasol o Ginóbili, que ya están en el tramo final de sus carreras?
Los jugadores venidos de fuera abarrotaron el Top 14 del draft tras el boom de 1998-2002, pero la moda de apostar a lo grande por extranjeros se pasó rápido a la vista de los pobres resultados de jugadores como Darko Milicic. Más allá de Andrew Bogut o Nenê, poco star power podemos esperar ya de esa generación posterior al boom... pero si algo más de las últimas remesas de talento internacional.
Estos son los jóvenes jugadores extranjeros que más darán que hablar esta temporada, los que quizá puedan tomar el testigo de las figuras veteranas:
Marc Gasol, Memphis. Si hay un candidato claro a debutar en el All-Star, ése es el hermano de Pau. A diferencia del ala-pívot de los Lakers, Marc tuvo una actuación espectacular en los últimos playoffs, lo que se ha visto premiado con un contrato por el salario máximo. Si la química continúa siendo tan buena, los Grizzlies deberían ser uno de los mejores equipos de la liga. Y Marc, su referencia principal. Tiene que justificar su contrato. Por carácter, no será de los que se relajen tras hacer caja.
Serge Ibaka, Oklahoma City. Ganó el último Eurobasket con España junto a Marc y puede estar ante el año de su explosión definitiva. Físicamente se encuentra en la elite de la NBA y técnicamente no deja de avanzar. Estará a la sombra de Kevin Durant y Russell Westbrook, pero es una tercera pieza de lujo en los Thunder. Su rol puede ser similar al de Shawn Marion en los buenos Suns de hace unos años: muchos rebotes y defensa y bastante anotación aprovechándose de la atención que generan las grandes nombres del equipo. Una ventaja: Empieza la temporada más rodado que la mayoría tras haber jugado partidos de alto nivel este otoño con el Real Madrid.
Danilo Gallinari, Denver. Los Nuggets le proporcionan una gran oportunidad. Si en su antiguo equipo, los Knicks, los tiros estarían carísimos, en Denver tendrá licencia para lanzar a canasta. Un tirador tan sublime como el italiano puede aspirar al estrellato si sabe que fallar lanzamientos no le manda al banquillo. Al igual que Ibaka, Gallo viene de disputar encuentros de Euroliga. Un plus.
Nicolas Batum, Portland. Ya era un prodigio físico al aterrizar en la NBA en 2008. Desde entonces ha experimentado una enorme progresión año a año y va a ser una pieza básica en los esquemas de Nate McMillan. Un jugador supercompleto al que no se le vislumbra techo aún. Viene de hacer grandes números en Europa con el Nancy francés.
Tiago Splitter, San Antonio. Va
a tener la oportunidad de redimirse tras un decepcionante primer año
con los Spurs. Incluso a grandes jugadores como Ginobili les costó
adaptarse al sistema Popovich en su temporada rookie, así que no hay que
perder la esperanza con el brasileño. Estamos hablando de todo un MVP
de la ACB española.
Jose Juan Barea, Minnesota. Una de las grandes sorpresas del periodo de free agency es la escasa recompensa económica que ha obtenido Barea tras el excelso rendimiento que dio a los Mavericks en los playoffs. Motivación añadida para un jugador que no andaba escaso de ella. Pocos jugadores del tamaño del boricua alcanzan el estrellato, pero ya no se puede descartar nada con un hombre que entró en la NBA sin ser drafteado y terminó siendo vital para la consecución de un título.
Ricky Rubio, Minnesota. El jugador especial que vimos en su etapa del Joventut Badalona desapareció en el Barça. ¿Lo de Barcelona fue un paréntesis o una tendencia? Si el buen Ricky Rubio regresa, estamos probablemente ante uno de los principales bases de la NBA en la próxima década. Si es la versión Barça la que aparece, con su timidez y resignación a un segundo plano, su trayectoria puede ser realmente gris y decepcionante. Los Timberwolves le van a dar todas las oportunidades del mundo. La franquicia apuesta por él y el entrenador, Rick Adelman, no se corta a la hora de dar minutos a jugadores de fuera.
Enes Kanter, Utah. Una apuesta a largo plazo de los Utah Jazz. El turco tiene el cuerpo y el talento para convertirse en un jugador dominante en el futuro, pero la falta de experiencia y consistencia le va hacer pasar muchos minutos en el banquillo por ahora.
Bismack Biyombo, Charlotte. Se cuentan a puñados los jugadores interiores africanos que llegaron a la NBA como proyectos de futuro y se quedaron en nada. Biyombo podría ser uno más de la lista, pero ya hay halgo le distingue de sus antecesores: su efectividad está probada en una liga de primer nivel como la ACB. Su producción en el apartado de rebotes y tapones fue espectacular en los 14 choques jugados allí antes de asombrar en la Nike Hoop Summit. No aportará gran cosa en ataque, pero su potencial como jugador defensivo es altísimo.
Gustavo Ayón, New Orleans. Compañero de Biyombo en Fuenlabrada, el mexicano ficha por los Hornets tras un arranque tremendo de temporada en España, donde estaba liderando la ACB en valoración. No obstante, lo logrado en la liga española va a valer de poco en New Orleans. Tendrá complicado obtener minutos a corto plazo... pero lo mismo se pensaba cuando fichó por el Fuenlabrada.
Especial para ESPNdeportes.com
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Probablemente seguirá creciendo también la presencia extranjera en las plantillas de los equipos. La pasada temporada comenzó con un record de 84 jugadores foráneos. Este año se prevé una cifra similar. Pero hay una pregunta en el aire: ¿Dónde están las nuevas estrellas internacionales?
De los jugadores llegados después de 2002, ni uno solo criado baloncestísticamente fuera de Estados Unidos ha participado en el partido de las estrellas. La cuota de cerca de 20 por ciento de extranjeros no parece amenazada, pero ¿hay relevo para figuras como Nowitzki, Gasol o Ginóbili, que ya están en el tramo final de sus carreras?
Los jugadores venidos de fuera abarrotaron el Top 14 del draft tras el boom de 1998-2002, pero la moda de apostar a lo grande por extranjeros se pasó rápido a la vista de los pobres resultados de jugadores como Darko Milicic. Más allá de Andrew Bogut o Nenê, poco star power podemos esperar ya de esa generación posterior al boom... pero si algo más de las últimas remesas de talento internacional.
Estos son los jóvenes jugadores extranjeros que más darán que hablar esta temporada, los que quizá puedan tomar el testigo de las figuras veteranas:
Marc Gasol, Memphis. Si hay un candidato claro a debutar en el All-Star, ése es el hermano de Pau. A diferencia del ala-pívot de los Lakers, Marc tuvo una actuación espectacular en los últimos playoffs, lo que se ha visto premiado con un contrato por el salario máximo. Si la química continúa siendo tan buena, los Grizzlies deberían ser uno de los mejores equipos de la liga. Y Marc, su referencia principal. Tiene que justificar su contrato. Por carácter, no será de los que se relajen tras hacer caja.
Serge Ibaka, Oklahoma City. Ganó el último Eurobasket con España junto a Marc y puede estar ante el año de su explosión definitiva. Físicamente se encuentra en la elite de la NBA y técnicamente no deja de avanzar. Estará a la sombra de Kevin Durant y Russell Westbrook, pero es una tercera pieza de lujo en los Thunder. Su rol puede ser similar al de Shawn Marion en los buenos Suns de hace unos años: muchos rebotes y defensa y bastante anotación aprovechándose de la atención que generan las grandes nombres del equipo. Una ventaja: Empieza la temporada más rodado que la mayoría tras haber jugado partidos de alto nivel este otoño con el Real Madrid.
Danilo Gallinari, Denver. Los Nuggets le proporcionan una gran oportunidad. Si en su antiguo equipo, los Knicks, los tiros estarían carísimos, en Denver tendrá licencia para lanzar a canasta. Un tirador tan sublime como el italiano puede aspirar al estrellato si sabe que fallar lanzamientos no le manda al banquillo. Al igual que Ibaka, Gallo viene de disputar encuentros de Euroliga. Un plus.
Nicolas Batum, Portland. Ya era un prodigio físico al aterrizar en la NBA en 2008. Desde entonces ha experimentado una enorme progresión año a año y va a ser una pieza básica en los esquemas de Nate McMillan. Un jugador supercompleto al que no se le vislumbra techo aún. Viene de hacer grandes números en Europa con el Nancy francés.
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Jose Juan Barea, Minnesota. Una de las grandes sorpresas del periodo de free agency es la escasa recompensa económica que ha obtenido Barea tras el excelso rendimiento que dio a los Mavericks en los playoffs. Motivación añadida para un jugador que no andaba escaso de ella. Pocos jugadores del tamaño del boricua alcanzan el estrellato, pero ya no se puede descartar nada con un hombre que entró en la NBA sin ser drafteado y terminó siendo vital para la consecución de un título.
Ricky Rubio, Minnesota. El jugador especial que vimos en su etapa del Joventut Badalona desapareció en el Barça. ¿Lo de Barcelona fue un paréntesis o una tendencia? Si el buen Ricky Rubio regresa, estamos probablemente ante uno de los principales bases de la NBA en la próxima década. Si es la versión Barça la que aparece, con su timidez y resignación a un segundo plano, su trayectoria puede ser realmente gris y decepcionante. Los Timberwolves le van a dar todas las oportunidades del mundo. La franquicia apuesta por él y el entrenador, Rick Adelman, no se corta a la hora de dar minutos a jugadores de fuera.
Enes Kanter, Utah. Una apuesta a largo plazo de los Utah Jazz. El turco tiene el cuerpo y el talento para convertirse en un jugador dominante en el futuro, pero la falta de experiencia y consistencia le va hacer pasar muchos minutos en el banquillo por ahora.
Bismack Biyombo, Charlotte. Se cuentan a puñados los jugadores interiores africanos que llegaron a la NBA como proyectos de futuro y se quedaron en nada. Biyombo podría ser uno más de la lista, pero ya hay halgo le distingue de sus antecesores: su efectividad está probada en una liga de primer nivel como la ACB. Su producción en el apartado de rebotes y tapones fue espectacular en los 14 choques jugados allí antes de asombrar en la Nike Hoop Summit. No aportará gran cosa en ataque, pero su potencial como jugador defensivo es altísimo.
Gustavo Ayón, New Orleans. Compañero de Biyombo en Fuenlabrada, el mexicano ficha por los Hornets tras un arranque tremendo de temporada en España, donde estaba liderando la ACB en valoración. No obstante, lo logrado en la liga española va a valer de poco en New Orleans. Tendrá complicado obtener minutos a corto plazo... pero lo mismo se pensaba cuando fichó por el Fuenlabrada.
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