LONDRES (AP) — Joseph Blatter intentó aplacar la controversia generada por sus comentarios sobre el racismo en el fútbol y el viernes dijo que lamenta si ofendió a alguien, aunque no ofreció una disculpa y rechazó que vaya a renunciar a la presidencia de la FIFA.
Blatter dijo que lamenta el escándalo ocasionado por sus declaraciones de que cualquier incidente o insulto racista en la cancha de fútbol puede ser solucionado con un simple apretón de manos al final del partido.
Sus nuevas expresiones en tono conciliatorio se produjeron después de ser ridiculizado en Gran Bretaña. El primer ministro británico David Cameron se unió a las críticas contra el dirigente suizo, y David Beckham consideró los comentarios como "vergonzosos".
Incluso, el ministro británico de deportes pidió la renuncia de Blatter.
El tema del racismo en el fútbol es especialmente sensitivo en Gran Bretaña, donde las autoridades están investigando acusaciones por racismo contra el delantero uruguayo de Liverpool, Luis Suárez, y el zaguero de Chelsea y capitán de la selección inglesa, John Terry.
En une entrevista transmitida el viernes por la BBC desde Zurich, Blatter indicó que lamenta "profundamente" haber utilizado "palabras inoportunas" en un par de entrevista televisivas el miércoles. De todas formas, no dio marcha atrás a su opinión de que los insultos racistas podrían ser solucionados con un apretón de manos.
"Lamento que mis comentarios de esta semana provocaron una situación desafortunada y que llegó a tal dimensión. Estoy comprometido con la lucha contra el racismo y no tengo dudas sobre eso", dijo Blatter.
"Hice algo que no fue totalmente correcto, así que sólo puedo decir que lo lamento por toda la gente afectada por mis comentarios", agregó. "Me duele, porque no pensé que habría una reacción así".
El dirigente de 75 años, reelecto en junio a otro plazo de cuatro años, todavía intenta levantar la imagen de un organismo que se ha visto sacudido por varios escándalos de corrupción en meses recientes.
"No puedo renunciar", dijo a la BBC. "¿Por qué habría de renunciar? Cuando enfrentas un problema, tienes que resolverlo. Sería injusto irme y dejar la organización, eso no es compatible con mi espíritu de lucha, con mi personalidad, con mi energía y con mi compromiso".
Blatter insistió que continuará "la lucha contra el racismo y la discriminación", y señaló que cualquier futbolista que sea hallado culpable de racismo en la cancha sería expulsado del partido.
"Cero tolerancia", afirmó. "Esto también fue una buena lección para mí".
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