Por TOM WITHERS | AP
BEREA, Ohio, EE.UU. (AP) — El quarterback titular Colt McCoy está todavía
sacudido por un golpe en la cabeza que resonó en toda la NFL, y los
Browns se preparan para enfrentar otra vez al jugador más rudo —y quizá
sucio— de toda la liga.
Hay que abrocharse el cinturón de seguridad. James Harrison visita Cleveland el domingo.
Harrison, su reputación de jugador violento y la oportunidad de vengarse del linebacker de los Steelers fueron los temas principales en el vestuario de los Browns el miércoles. Los periodistas insistieron para que los jugadores de Cleveland hablaran del número 92 de Pittsburgh, quien dejó fuera de combate a McCoy con un golpe antirreglamentario, casco contra casco, el 8 de diciembre.
Se preguntó al center de los Browns, Alex Mack, si consideraba que Harrison era un jugador sucio.
"Lo están multando", respondió Mack, tras una pausa de siete segundos.
Harrison, quien había debido pagar multas anteriores, fue suspendido por un partido sin goce de sueldo por su violento golpe contra McCoy, el cual obligó a que la liga modificara sus políticas sobre los impactos a la cabeza, luego que los Browns no realizaron al quarterback los análisis necesarios para determinar si había sufrido una conmoción cerebral.
En vez de ello, McCoy volvió al partido después de perderse un par de jugadas.
La temporada de McCoy parece haber llegado a su fin por el golpe de Harrison. El mariscal de campo no ha recibido el visto bueno de los médicos para entrenar, y es probable que el sustituto Seneca Wallace juegue su tercer partido de inicio el domingo frente a los Steelers (11-4), que pueden todavía coronarse en la División Norte de la Conferencia Americana.
Hay que abrocharse el cinturón de seguridad. James Harrison visita Cleveland el domingo.
Harrison, su reputación de jugador violento y la oportunidad de vengarse del linebacker de los Steelers fueron los temas principales en el vestuario de los Browns el miércoles. Los periodistas insistieron para que los jugadores de Cleveland hablaran del número 92 de Pittsburgh, quien dejó fuera de combate a McCoy con un golpe antirreglamentario, casco contra casco, el 8 de diciembre.
Se preguntó al center de los Browns, Alex Mack, si consideraba que Harrison era un jugador sucio.
"Lo están multando", respondió Mack, tras una pausa de siete segundos.
Harrison, quien había debido pagar multas anteriores, fue suspendido por un partido sin goce de sueldo por su violento golpe contra McCoy, el cual obligó a que la liga modificara sus políticas sobre los impactos a la cabeza, luego que los Browns no realizaron al quarterback los análisis necesarios para determinar si había sufrido una conmoción cerebral.
En vez de ello, McCoy volvió al partido después de perderse un par de jugadas.
La temporada de McCoy parece haber llegado a su fin por el golpe de Harrison. El mariscal de campo no ha recibido el visto bueno de los médicos para entrenar, y es probable que el sustituto Seneca Wallace juegue su tercer partido de inicio el domingo frente a los Steelers (11-4), que pueden todavía coronarse en la División Norte de la Conferencia Americana.
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